domingo, 29 de junio de 2008

Mi celeste Mi esmeralda

Durar veinte horas en un viaje celestial, que si sea claro sea oscuro, porque si me pruebo me enveneno. Si los rieles rodaran junto a las ruedas me alcanzaría. Lo que si es claro que no me oscurezca y aquello celeste que me acompaña, fuera domable al quererlo esmeralda.
Durar otras horas porque si me agrada. Me vierte en su neblina fría, húmeda, densa pero con ese hueco que me avisa lo siguiente. Pido la prorroga, porque me quedo, y como es un sueño es como quiero. Que no me quiten mi celeste, mi esmeralda.